No es elitista. Es ópera.

Mañana iré a la ópera. Dicha así, esta frase resultará indiferente para algunos, pero estoy seguro de que habrá muchos que me adornarán con un variado elenco de etiquetas: culto, pedante, melómano, esnob, sibarita, anticuado, minoritario, engreído, diletante, rico… elitista. Es lo que tiene la ópera, que está irremediablemente asociada a lo elitista. Poco importa

Lucia Æterna

No exagero al decir que tengo una deuda impagable con Lucia di Lammermoor, la ópera de Gaetano Donizetti (1797-1848), estrenada en 1835. Impagable porque, además, no ha parado de crecer. Cuando echo la vista atrás, aprecio que mi cultura musical ha bebido de muchas fuentes: desde los despertares sinfónicos en mi camarilla del internado donde

Enamorarse, ¿desde cuándo?

La duda me asaltó después de leer un artículo de unos especialistas en Prehistoria de la Universidad Autónoma de Madrid que se titulaba Entre neandertales y sapiens hubo sexo, pero poco amor. ¡Vaya! –me dije–, creíamos que lo del Amor, con mayúscula, convive entre nosotros desde que adquirimos la condición “humana”, féchese tal momento hace

Subterráneo

📷 Fotografía de Isabel Padilla. Definitivamente, lo mío es viajar. Aquejada de la permanente urgencia por estarme moviendo, me comporto como esos peces, tiburones o delfines creo, que deben nadar sin parar un minuto para seguir vivos; porque yo, precisamente por pararme, ya no estoy viva. Pese al tiempo y los miles de kilómetros, cada

¡Viva la Ópera!

El tema de hoy compendia mejor que muchos otros el propósito con que nació Dame tiempo y te cuento, este blog, tan joven que acaba de cumplir tres meses y tan vivo que sus entradas (con ésta, son ya 40) suman más de 5.000 visitas. Pues la excusa que me sirve el Día Mundial de