¿Raro, yo?

Mi tele me ha informado de que la señal digital que antes recibía con normalidad ha expirado. Vamos, que, por el expeditivo método de la pantalla en negro, he sabido que la TDT, que tan moderna nos pareció hace… (ay, cuánto), ha sido reemplazada no sé cuándo por otras siglas muchísimo más modernas. La noticiaSigue leyendo «¿Raro, yo?»

La crítica

Tengo mucho respeto por el oficio periodístico. Más en estos tiempos en que cualquiera armado con un móvil puede dispararnos con un reportaje basado, aparentemente, en sucesos reales. Informar es una tarea antipática, porque acarrea, ante todo, no caer bien. No caer bien al poderoso, en primer lugar; tampoco a la audiencia o a unaSigue leyendo «La crítica»

…y nada más que la Verdad

Hay pocas profesiones que sean vocacionales. No conozco un contable, un directivo de marketing o un inspector fiscal que lo sea por vocación. Pero sí que conozco maestros y médicos que una vez tomaron la decisión vital de enseñar o curar pese a los sinsabores que les esperaban y sin prestar atención a eso queSigue leyendo «…y nada más que la Verdad»

Un chupito por cuenta de la casa

¿Tú bebes? Alcohol, quiero decir. Yo sí que bebo. Bebo de todo. Cerveza, vino, licores en menor medida, combinados con refrescos, sin combinar también. Soy un bebedor social; traducido: que no tomo alcohol estando solo, pero sí en compañía de amigos y familiares. O sea, de forma habitual. Seguramente nos parecemos. ¿Soy alcohólico? Si conSigue leyendo «Un chupito por cuenta de la casa»

Depende de mí, de ti, de nosotros

Cualquier indagación que hagamos en el entorno de la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA) arrojará cifras de vértigo y algo más que indicios de corrupción. Pues entre sus dirigentes se da una extraña desproporción, tanto de buscados por la Interpol, como de acusados y condenados por un amplio abanico de crímenes con el comúnSigue leyendo «Depende de mí, de ti, de nosotros»

Si vis pacem, para bellum

La frase «Si quieres la paz, prepara la guerra», erróneamente atribuida a Julio César, se debe al escritor Vegecio (ca. siglo IV d.C.), quien hoy sería calificado de experto en asuntos militares. Seguro que son pocos los que discrepan con el desiderátum pacifista —«Si quieres la paz…»—, mientras que la receta propuesta —«…prepara la guerra»—Sigue leyendo «Si vis pacem, para bellum»

Envejecer, pero con método

Puede que el hecho de aproximarme inexorablemente a la vejez despierte en mí curiosidades sobre asuntos nuevos, de esos que cada vez es más probable que me encuentre. La enfermedad, cuando no el deterioro, el amor desde todos los ángulos (amistad o deseo, entre ellos) y, cómo no, la muerte, primero cuando me roce enSigue leyendo «Envejecer, pero con método»

Dádoris

Tengo un amigo al que admiro, que se llama… Olvídalo. Cómo se llame es lo de menos y a él no le va a gustar ser nombrado. Cuando vino al mundo y pudo entenderlo, mi amigo supo que era emigrante, que su país se llamaba España y su ciudad Zaragoza. Su padre, un hombretón deSigue leyendo «Dádoris»

Menos cuentos

Nos encantan los cuentos. Desde los albores de la Humanidad hemos buscado la alegría o el consuelo al abrigo de los relatos, bien fueran de dioses o de mortales. Desde el periplo de Odiseo en su regreso a los brazos de Penélope, al oprimente calvario de Josef K., pasando por las peripecias de Don QuijoteSigue leyendo «Menos cuentos»

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