Cuando bailemos

Me considero un patoso. Especialmente, son dos los terrenos donde mi torpeza ha destacado siempre: en el amoroso y en el gimnástico. Lo que no podía figurarme hasta ahora es que el uno y el otro estuviesen tan relacionados. Para los asuntos amorosos, cuento con las excusas propias de mi generación, como la educación enSigue leyendo «Cuando bailemos»

Hasta que el matrimonio nos separe

Se instituyó cuando la esperanza de vida —guerras y epidemias mediante— a duras penas alcanzaba la mitad de años que hoy. Su fin declarado era constituir la célula desde la que asegurar la continuidad de la especie. Tarea ardua, habida cuenta de los índices de mortalidad tanto infantil como de las madres al dar aSigue leyendo «Hasta que el matrimonio nos separe»

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