El partido transcurría según lo esperado. No podía ser de otro modo. La distancia entre ambos no se medía solamente por las cuatro posiciones a favor del ruso en el ranking de la ATP. También los diez años más del español o la lesión de su pie izquierdo jugaban —nunca mejor dicho— en su contra.Sigue leyendo «¿Inteligencia arte-ficial?»