No puedo remediarlo: me atraen los templos. Dicen tanto, en primer lugar de sus creyentes y, por elevación, del Ser Humano y su sentido de la trascendencia. Descifrar sus símbolos, desde un friso hasta los rituales ropones, es como completar un crucigrama, pues sabes que al final todo encaja y acaba dotando de sentido alSigue leyendo «Cristianos»