God save the UK

Dicen que ser isleño reviste carácter. Lejos de mí negárselo a un malgache, a una tinerfeña o a un corso, pero estarás de acuerdo conmigo en que todos ellos eclipsan ante la idiosincrasia británica. Ser británico, más que un pasaporte, implica una forma de ser que trasciende las orillas de Albión, ese micro-continente con laSigue leyendo «God save the UK»

Meritocracia, ¿o qué?

Padecemos al mismo tiempo una atracción y una aversión por el mérito que son íntimas, medulares, diría que cervales. No distinguen edades ni procedencias, ni entre mujeres y hombres, o entre ricos y pobres. Además de universal, me atrevo a calificar de instintiva a esa dicotomía. La sienten los niños, al recorrer —adelante y atrás—Sigue leyendo «Meritocracia, ¿o qué?»

Diseña un sitio como este con WordPress.com
Comenzar