Un monde nada pequeño

El acoso escolar no requiere de presentaciones. Quien más, quien menos hemos sufrido este fenómeno tan contradictorio, pues enfrenta la natural inocencia infantil con episodios de una crueldad que parece acuñada por adultos sádicos. Unas veces en carne propia, otras —más dolorosas— en la de nuestros hijos.

Del lado de la víctima, el matonismo, agrandado por el silencio cobarde del resto (incluidos los atemorizados docentes), desencadena reacciones que cuesta mucho erradicar, pues la mente infantil está en proceso de ahormarse y el tiempo no es lenitivo suficiente. Entre las bajas que acarrea, la de la fe en la Justicia es de las primeras; la siguen la sociabilidad y un largo etcétera que da al traste con el andamiaje de su personalidad.


El mérito de Un monde, la película dirigida por Laura Wandel (n. 1984), que representó a Bélgica en los Oscars 2022, es que nos emplaza con una sencillez aterradora en el ángulo desde el que Nora, la niña protagonista, asiste como espectadora al siniestro ritual.

La cámara no necesita mostrar los hechos; al contrario, los planos cortos los desenfocan para centrarse en el descarnado reflejo que percibimos en las expresiones de Nora. El prodigio de actuación de Maya Vanderbeque, con sus 11 años, es difícil de entender sin una comunión absoluta con la historia y con su directora.

Ganadora del premio Un certain regard del Festival de Cannes 2021, galardón que se otorga a los jóvenes talentos que aportan visiones atrevidas, Un monde (traducida en España como Un pequeño mundo) no transige con los sentimientos del espectador, no les da tregua, les escatima los frecuentes atajos del cine a la sensiblería facilona. Es incómoda, lacerante, como el diagnóstico de una enfermedad incurable.

Porque es verdad.

Gracias por darme tiempo.

Publicado por fpadillach

Mérida, 1963. Desde mi infancia soñé ser escritor, pero pospuse el impulso en favor de proyectos más ‘razonables’. Licenciado en Derecho por la Complutense y con estudios de postgrado en Esade y la Universidad de California, hasta 2018 he trabajado en empresas multinacionales. Ahora escribo. "Tres Sures sin Norte" (2020) fue mi primera novela. “Diva Æterna” (2023) la segunda, pero no la última. También escribo relatos cortos, como “La prestamista de embustes”, ganador del XXXIV Certamen Literario “Joaquín Lobato” del Ayuntamiento de Vélez-Málaga, “Maneki-neko”, finalista del V Premio Internacional Ciudad de Sevilla, o "Josune no camina sola", microrrelato finalista del II Concurso “100 caminos 100 relatos” del Circulo Chileno de Amigos del Camino del de Santiago de Compostela. Padre de dos hijas, extremeño apasionado, viajero curioso, siempre estoy dispuesto a dejarme sorprender.

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